Reus ya es un lugar emblemático para el fútbol base zaragocista. El Real Zaragoza DHJ consiguió un triunfo épico en los últimos instantes. Remando de nuevo contra todas las adversidades. Como solo ellos saben hacer. Esta victoria por 1-2 frente al conjunto rojinegro les permitió consagrarse como campeones de Liga y plasmar su talento en el primer escaparate del fútbol formativo a nivel nacional.
El Real Zaragoza comenzó siendo el dominador absoluto del encuentro. El dominio fue blanquillo, aunque las ocasiones llegaban sobre todo a balón parado. El Reus se empleó con un planteamiento muy conservador, terminando alineando una defensa de cinco compacta a la que se sumaban los centrocampistas, algo que incomodó a los aragoneses en los primeros compases.
La primera aproximación catalana tuvo premio. Un balón a banda propició un centro raso al corazón del área que encontró remate en Espi. Los rojinegros se pusieron por delante en el único disparo que realizaron entre los tres palos en los primeros 45 minutos. Botín que se encargaría de neutralizar el Real Zaragoza a base de concentración y persistencia.Las ocasiones zaragocistas no cesaban. Oportunidades de todos los colores, fruto de la ambición de un bloque que no deja de creer. Tras sacudir la meta contraria llegaría el gol del empate. Un balón de Alastuey fue recibido por Jesús dentro del área. El punta disparó mientras le hacían penalti y el rechace fue a parar a Rodrigo Val, que mandó el cuero con fuerza al fondo de la red.
La contienda se marchó al descanso con el Real Zaragoza proyectado en ataque y el Reus centrado en no caer derrotado. Esta dinámica persistió durante el segundo acto. Los minutos pasaban conforme el equipo de Iván Martínez golpeaba con insistencia la puerta del gol. Jesús Jiménez, Nacho Alastuey, Javi Hernández... Todos lo intentaban sin éxito mientras el tiempo se agotaba.Los aragoneses necesitaban un gol para llegar al cielo. De pronto, un centro bombeado al corazón del área lo cambió todo.
Casi se había cumplido el tiempo reglamentario. Puche metió la cabeza con potencia, realizando el movimiento necesario para mandar el cuero al fondo de la portería. Nada pudo hacer el cancerbero local, providencial para salvar a los suyos. Todo el equipo saltó de júbilo. Los chicos festejaron el gol con la testa de Puche. Ya eran campeones.
El pitido final hizo realidad lo que parecía imposible. Vencedores del grupo III, rompiendo el duopolio del Barça y Espanyol. Es el triunfo de la constancia. El triunfo del sacrificio y del aprendizaje pero, sobre todo, el triunfo de la perseverancia. Un grupo, un equipo, una familia que se ha curado heridas y ha esquivado adversidades para pasar a la posteridad como la generación que volvió a hacer al Real Zaragoza campeón de División de Honor Juvenil.
Ficha técnica:
Goles: 1-0, m.15: Espi. 1-1, m.38: Rodrigo Val. 1-2, m.88: Puche.
Reus: Aleix, Arnau, Grifi, Andy, Genis, Youseff, Rubio, Hugo, Dueso, Espi, Sergio.
Real Zaragoza: Azón, Borge (Puche, m.82), Francés (Javi Hernández, m. 65) John Otu (Andreu, m.75), Álvaro Martín, Francho, Rodrigo Val, Castillo, Jesús Jiménez (Jaime Sancho, m.65), Nacho Alastuey, Mario Benedet.
