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Primer equipo

Nuestro rival de esta jornada: Real Sociedad

La fundación de la Real Sociedad de San Sebastián se remonta al año 1909. No obstante, la fecha de su nacimiento entraña una curiosidad histórica. La Real Sociedad no se inscribió en el Registro Civil, así que para poder participar en su primer campeonato de Copa hubo de recurrir a otro nombre: Club Ciclista San Sebastián. Lo curioso es que, además, acabaron victoriosos: el primer título de la Real Sociedad no lo ganó la Real Sociedad, sino el Club Ciclista San Sebastián.

Por otro lado, el cinco de octubre de 1913, el club donostiarra inauguró su estadio: el campo de Atocha, por el que pasó buen fútbol durante 80 años.

Un equipo muy competitivo

La Real Sociedad se caracterizó rápidamente por ser un equipo muy ambicioso y competitivo. Los duelos contra el Athletic de Bilbao y la Real Unión de Irún adquirieron gran trascendencia en las primeras décadas del siglo XX.

Los donostiarras también saltaron al terreno internacional. Por Atocha desfilaron clubes de toda Europa, incluso llegó a disputarse un encuentro amistoso con la selección de Uruguay. La competitividad y orgullo del equipo de San Sebastián lo llevaron a unos inicios fulgurantes en la competición liguera. Pocos podrían haber presagiado lo que esperaba al club vasco.

Donostia y Segunda

 

Con la proclamación de la Segunda República, la Real Sociedad perdió el título de Real, otorgado años atrás por Alfonso XIII. Así, pasó a denominarse Donostia Fútbol Club. Después de la Guerra Civil los donostiarras recuperaron el nombre de Real Sociedad.

Pero para entonces, una mala campaña había hecho descender a la Real a Segunda División. Los blanquiazules iban a atravesar la época más difícil de su historia (en los planos deportivo y económico). Fueron quince años -interrumpidos por la Guerra Civil- de sueños rotos y vaivenes por las divisiones de oro y de plata del fútbol español.

Trece años en Primera

La Real Sociedad, que había adquirido el malogrado apodo de club ascensor, por fin regresó a la máxima categoría futbolística en el año 1949. Permaneció en Primera durante trece temporadas, hasta que perdió la regularidad y cayó a la Segunda División.

En este tiempo, el club donostiarra decidió apostar por el futuro y fomentó la creación de un equipo filial: el San Sebastián Fútbol club, más conocido como “el Sanse”.

En el alambre

Los años 60 se tradujeron en complicados ejercicios de equilibrismo para la Real. Los vascos salvaron los muebles en la campaña 1959-1960, cuando, después de una gris temporada, privaron del ascenso al Córdoba en la fase de promoción.

Pero la Real Sociedad jugaba con fuego… y acabó por quemarse. Descendió directamente dos años después y se condenó a cinco años de travesía por el desierto de Segunda. Un agónico empate en el último partido de la temporada 1966-67 otorgó el ascenso directo a Primera. Con mucho sufrimiento, la Real volvía a la división de oro. Los años dorados ya habían llegado.

Consolidación con vistas a Europa

No fue un camino fácil, pero el club donostiarra consiguió recuperar su sitio en Primera División. Hasta tal punto, que en el año 1974 ya se había clasificado para disputar la copa de la UEFA.

A pesar de no conseguir progresar demasiado en Europa, poco a poco la Real escalaba posiciones en la tabla liguera. Así las cosas, volvió a quedar cuarta en los años 1975 y 1979, y acarició el primer puesto en el año posterior, consiguiendo, además, instaurar un record que todavía no ha sido superado: 32 partidos seguidos sin conocer la derrota en una misma temporada. Curiosamente, el día que el Barcelona pudo igualarlo, este mismo año, cayó derrotado en Anoeta.

Pero a principios de los ochenta ya ese intuía que algo grande se estaba cocinando en los fogones donostiarras…

Éxtasis de títulos

 

Las ansias de títulos terminaron por materializarse en el año 1981, aunque no sin una buena dosis de sufrimiento. La Real Sociedad se jugaba, de nuevo, todas sus opciones a una sola carta. Era el último partido de la temporada, contra el Sporting de Gijón. Un empate valía a los vascos, y este no llegó hasta el último minuto del partido. Fue el primer título para hombres como Arconada, López Ufarte o Bakero.

Un año después, el éxtasis se repitió con el segundo título de Liga de la Real Sociedad. Título que tampoco se consolidó hasta la última jornada, aunque esta vez con menos sufrimiento para la afición. Con esto, el club de San Sebastián accedió a la disputa de la Copa de Europa y de la Supercopa de España, trofeo que acababa de instituirse.

Aunque la Real no tuvo mucha suerte en Europa (cayó a las primeras de cambio), sí que consiguió alzarse con la Supercopa. Derrotó al Real Madrid por un total de cuatro goles a uno. La segunda experiencia europea también fue más afortunada. Los donostiarras llegaron hasta semifinales, derrotados por el Hamburgo.

Copa en Zaragoza

El Barcelona se había erigido como la bestia negra de la Real Sociedad. En Liga, los catalanes vencieron en todos los partidos clave que pusieron en dificultades a la Real de cara a alzarse con el título. Pero, sobre todo, el Barcelona fue la bestia negra de los donostiarras en Copa. Los cuatro enfrentamientos que han compartido a lo largo de la historia han caído del lado azulgrana. El último de ellos fue en 1988, un año después de que la Real consiguiera su única Copa del Rey (con la salvedad de la copa del Club Ciclista de 1909).

Y es que, en 1987, la Real Sociedad volvió a alcanzar la final de Copa. El partido se celebró en el estadio de la Romareda, y enfrentó a los vascos y al Atlético de Madrid. Después de empatar a dos en un gran partido de Txiki Begiristain, el conjunto entonces entrenado por John Benjamin Toshack ganó en los penaltis y se llevó el trofeo a San Sebastián.

Estabilidad en Anoeta

Los 90 fueron una época de cambios en Donosti. El club, que se iba a constituir como Sociedad Anónima, decidió abrir su política de fichajes al mercado internacional. El irlandés John Aldrige fue el primer extranjero en vestir la elástica blanquiazul.

Pero la fecha que marcó la década fue el trece de agosto de 1993. El nuevo estadio de Anoeta cerraba una magistral época de 80 años en el campo de Atocha.

Difícil siglo XXI

El nuevo siglo no sentó nada bien al equipo vasco, que volvió a coquetear con el descenso. Krauss, Clemente, Perico Alonso, Toshack… el baile de entrenadores era constante en los primeros años del nuevo siglo. Sin embargo, en medio de la tempestad; un año de gloria. La temporada 2002-2003 a punto estuvo de saldarse con el triunfo de la Real Sociedad, que no perdió ni un solo partido en la primera vuelta. Pero fue el Real Madrid quien levantó el trofeo en la última jornada en detrimento de los vascos.

Después, los donostiarras regresaron a la rutina. Se acercaron poco a poco al descenso, hasta que finalmente, en la campaña 2006-2007, acabaron por caer a Segunda División tras cuarenta años en la elite del fútbol español.

Lavado de cara

Con el descenso, la Real efectuó una reestructuración institucional. Desde hace tres años, el empresario guipuzcoano Jokin Aperribay es el nuevo presidente. Con él, un club que pretende recuperar sus valores de antaño y que aúna jugadores con experiencia (Xabi Prieto, Mikel González o Tamudo) con jóvenes promesas como Griezmann o Zurutuza.

Con la Real de vuelta por Primera División, los guipuzcoanos esperan poder volver a ver a su equipo entre los mejores.