A pesar de su juventud, Leandro Cabrera atesora una alargada experiencia en el fútbol español. Y su trayectoria le permite afrontar el desarrollo de la competición con perspectiva. Su discurso es pausado y sereno, más maduro del que aparentan sus 23 años. Y su reflexión cuenta con el aval que le brinda su conocimiento del fútbol.
Ha tomado la palabra en la antesala de un partido comprometido para el Real Zaragoza. El cuadro de La Romareda visita el domingo al líder en el Benito Villamarín: “Podemos dar un golpe en la mesa y vamos allí con toda la confianza del mundo”, argumenta.
Se ha ganado la autoridad para ejercer la portavocía del vestuario. Sus datos refrendan a un futbolista que está creciendo en el Real Zaragoza. Hoy es un jugador consolidado en el equipo aragonés, que fortalece la línea de retaguardia y que, gracias a su polivalencia, es capaz de adaptarse a las necesidades del equipo. Es el cuarto jugador con más minutos en el equipo, por detrás de Dorca, Borja y Fernández, y está a punto de superar la barrera de los 2.500 minutos de juego (acumula 2.490).
Ha superado además el millar de pases, según los datos que facilita la Liga de Fútbol Profesional (1.081), y es el segundo jugador del Real Zaragoza en esta lista, por detrás de Albert Dorca, que está a punto de alcanzar los 1.500 (1.450 pases en lo que va de Campeonato).
Y así, Cabrera se sitúa con normalidad en los primeros puestos del ranking de estadísticas del conjunto aragonés. Lo que, sin duda, contribuye a dar peso y poso a su discurso: “Yo tengo mucha confianza en este equipo”, desgrana. Y continúa con su reflexión en voz alta: “Tenemos que empezar a despegar de una vez y vamos a Sevilla a por los tres puntos”.
Es verdad, reconoce, que hay que respetar al Betis y la línea de juego y resultados del conjunto verdiblanco. Pero Cabrera sabe también cuál es la indumentaria y el escudo que le asiste: “Nosotros también somos un equipo grande y tenemos que demostrarlo”.
