Dos partidos sin marcar de los 13 disputados hasta ahora en lo que va de segunda vuelta. Es el bagaje ofensivo que muestra el Real Zaragoza, que ha sido capaz de ver la puerta contraria de forma consecutiva en los últimos nueve encuentros. Sólo el Levante, en la jornada 25º, y el UCAM Murcia, en la 22º, justo en el paso del ecuador, han logrado dejar inmaculada su portería. Y en ambos casos, la malaventura fue la culpable de que el equipo blanquillo no convirtiera en gol sus múltiples ocasiones.
La impecable línea de la formación zaragocista es superada únicamente por el Lugo, que ha dejado de marcar en un partido en lo que va de segunda parte del Campeonato (2-0 ante el Getafe en el Coliséum Alfonso Pérez). Y lo iguala un sorprendente Mirandés, colista de la categoría que, sin embrago, tan sólo se ha ido de vacío en dos partidos de los últimos 13 jugados (0-2 en Anduva ante el Real Oviedo y el Girona). Es precisamente la formación del zaragozano Pablo Alfaro el rival del Real Zaragoza este domingo en Anduva (16:00).
La gran trayectoria de juego de Ángel, con 18 goles, 8 de ellos marcados en la segunda vuelta, es sin duda una de las claves de la capacidad goleadora de la escuadra aragonesa, con una vocación ofensiva letal. Aunque el gol se ha repartido también entre Dongou, Cani, Javi Ros, Edu García, Edu Bedia, Pombo, Lanzarote o el central Marcelo Silva.
El Real Zaragoza es el tercer equipo con más acierto anotador en la igualadísima Liga 1|2|3. Superan sus 45 goles el Girona (56) y el Levante (48), y tiene el mismo registro el Lugo (45).
Pero el desdoble de la competición eleva la efectividad del conjunto de La Romareda. El Real Zaragoza, que ha marcado 18 tantos en la segunda vuelta, es el segundo equipo con más efectividad, por detrás de nuevo del Girona (19) y por delante del Levante (17), el Sevilla Atlético (17, con 6 en la última jornada ante el Valladolid), el Nástic (17) o el Getafe y Tenerife (16). Las escuadras que menos han anotado pasado el ecuador han sido el Reus (5 goles) y el Real Mallorca (8).
El reto del Real Zaragoza será, sin duda, mantener esa línea de acierto goleador, un camino de reflejo indudable en esa mejora en la clasificación a la que aspira el técnico César Láinez y con él todo el zaragocismo.
