Cuando la competición liguera se asoma ya al último cuarto, el tramo en el que se resuelven los objetivos de toda la campaña, la cotización de cada triunfo se multiplica. Ganar se hace complejo, más aún en los territorios en los que, como esos que pisa el Real Zaragoza, se dirimen cuestiones fundamentales.
Ahí arriba, en las alturas, las victorias se hacen sufridísimas y avanzar se convierte en un reto comprometido para todos. Sin ir más lejos, y tomando como referencia los últimos cuatro encuentros ligueros, en la zona noble sólo el Real Zaragoza, el Sporting y el Girona han sido capaces de puntuar en todos sus envites.
El equipo que más rendimiento le ha sacado a este póker de jornadas ha sido el Betis de Pepe Mel. Los verdiblancos cayeron derrotados ante el Leganés en el Benito Villamarín (1-3), pero han sido capaces de sumar tres triunfos: en Las Palmas 0-3), ante el Recreativo (0-1) y este pasado fin de semana, en casa contra Osasuna (3-0). En total, 9 puntos.
A su vera se conduce el Girona, que empató en casa ante el Albacete (2-2) y el Sabadell (0-0), y fue capaz de ganar de forma consecutiva en Miranda (0-1) y al Valladolid en casa (2-1). Ha sumado así 8 puntos de 12 posibles.
La mitad de la oferta de puntos han acumulado tanto el Real Zaragoza como el Sporting. La formación de Ranko Popovic empató con el Lugo (0-0), logró la victoria en El Sardinero (0-2) y ha encadenado otros dos empates ante el Alcorcón en La Romareda y en Tenerife (1-1 en ambos partidos). También 6 puntos ha sumado el Sporting, con un triunfo en Leganés (0-1) y tres empates consecutivos ante el Recreativo, Osasuna y Barcelona B.
La situación se torna más comprometida para la Unión Deportiva Las Palmas, que ha ganado a la Ponferradina (4-2) y ha perdido con el Betis, el Numancia y el Albacete; o para el Valladolid, que ganó con contundencia al Numancia (4-0) y ha caído ante la Ponferradina, el Albacete y en Gerona.
Otros equipos sin tanta responsabilidad, como el Llagostera (trío de triunfos y un empate) o el Alavés (tres victorias), han aprovechado para recortar distancias con la zona alta de la clasificación.
En cualquier caso, todo el mundo es consciente de que el desenlace –una vez ubicadas en la parrilla liguera las escuadras- se resuelve en los últimos diez partidos, un último cuarto de competición cuyo banderazo de salida está ya preparado.