Ganar en casa; poner en La Romareda la base sobre la que crecer. Es la ambición que envuelve a la plantilla del Real Zaragoza, que se conjura para darle una alegría a la afición zaragocista y pegar un brinco imprescindible en la tabla. El conjunto de Natxo González se ha hecho respetar en el estadio municipal. Pero esa autoridad no ha tenido el refrendo justo en los resultados. Y la convicción de la plantilla es que ganar en casa resulta ya imprescindible. De momento, un solo triunfo, cuatro empates y una derrota.
Sobran los argumentos para darle valor a una victoria al calor del hogar: la comunión con la grada y la necesidad de dar un golpe de autoridad que refleje también el peso específico del equipo en La Romareda. Pero, sobre todo, resulta preciso ganar para sumar. Y la ruleta de la Liga brinda esa nueva oportunidad este sábado, a partir de las 18:00 en el estadio municipal.
Sin descanso, el equipo ha vuelto al trabajo con la vista puesta en el compromiso ante el Rayo Vallecano. Con todas las ganas de pasar página y escribir la historia de un triunfo ante el conjunto vallecano. Natxo González quiere que el vestuario aprenda para corregir cuanto antes los errores. No hay pausa porque el sábado está a la vuelta de la esquina y ganar es imprescindible.
Es tiempo también de curar heridas en casa, de encontrar en el paraguas de la afición el respaldo que garantice también que el buen juego tenga su reflejo en el marcador. El vestuario descuenta ya el tiempo para volver a casa, para sentir el calor de La Romareda.
